Muchas personas especulan con sus ahorros creyendo que están invirtiendo. La regla nº 3 para la seguridad financiera afirma que debes comprender la diferencia entre invertir y especular, o de lo contrario correrás riesgos innecesarios sin ser consciente de ello. Según Harry Browne, invertir es aceptar los rendimientos que ofrece el mercado a todos los inversores en general, algo que está al alcance de cualquiera. Por contra, especular es tratar de batir al mercado, asumir que puedes hacerlo mejor que el resto de inversores seleccionando los activos que subirán más. Por ejemplo, especulas cuando compras acciones de determinadas empresas porque piensas que van a dar el pelotazo o porque pagan mayor dividendo, cuando compras plata creyendo que subirá más que el oro o cuando vendes todos tus activos y pasas a liquidez porque temes una caída del mercado.
Especular no es algo necesariamente negativo, puede ser divertido y puedes ganar dinero con ello, igual que si vas al casino o apuestas en bwin. Lo esencial es que solo especules con dinero que puedas permitirte perder (regla nº 12), nunca con dinero que consideras valioso. Los ahorros que has guardado con esfuerzo durante años, para comprarte una casa, para que tus hijos tengan todo lo necesario o para disfrutar de un mejor retiro, debes invertirlos de forma segura. Y la forma más segura de hacerlo, para que estén protegidos ante cualquier escenario económico (incluyendo la inflación), es mediante una cartera a prueba de balas (regla nº 11) como la Cartera Permanente.
Una cartera sencilla que únicamente tiene cuatro activos, que solo debes comprobar una vez al año, que no requiere que tomes decisiones, te puede resultar aburrida. También puede ser que estés convencido de que alguno de los activos de la Cartera Permanente se va a comportar muy mal o muy bien y te produzca temor o ansiedad no hacer nada, o creas haber encontrado otras oportunidades de inversión. Si te hallas en alguno de estos casos puedes mantener una cartera separada, Harry Browne la llamó Cartera Variable. Sin embargo, debes asegurarte de incluir en ella solamente la parte de tu patrimonio que puedas permitirte perder en caso de terminar estando equivocado. Asumirás riesgos a los que no estás expuesto con la Cartera Permanente, pero pase lo que pase las pérdidas no serán devastadoras, como mucho perderás dinero que previamente habías decidido que no era imprescindible. Si la fortuna te sonríe y obtienes beneficios siempre puedes traspasar parte de ellos a la Cartera Permanente, pero si pierdes nunca realices el proceso inverso, si quieres arriesgar más dinero haz un esfuerzo mayor a la hora de ahorrar y especula con esos ingresos extras, nunca con tu dinero valioso.
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